martes, 30 de julio de 2013

“OTRO LUGAR, UN MISMO CORAZÓN”

“Otro lugar, un mismo corazón” Este fue el lema de la JPJ del Rocío 2013, sin duda una frase que lo resume todo de la mejor manera. Hemos sido muchos jóvenes, de diferentes lugares los que hemos asistido a este macro-encuentro, qué sin duda alguna, ha sido increíble, impresionante e inolvidable. Fue la Diócesis de Sevilla la más aclamada de entre todas.


Después de un pequeño viaje con mas jóvenes en el autobús, comenzamos el camino de los Llanos hacia la aldea, iniciada por una cruz que abría camino de la Diócesis de Sevilla, sin duda, la más creativa y devocional, pues llevaba miles de estampitas de los Titulares de algunas de las Hermandades que allí se encontraban.




La salida de la Diócesis de Sevilla y su trayecto fueron mágicos momentos, donde se tuvo los primeros contactos con otras personas, encuentros inesperados de amigos, primeras sonrisas y por supuesto no se paró ni un momento de cantar. Pero el momento más emotivo fue cuando Sevilla llegó a la aldea del Roció gritando a una sola voz: “Yastaqui Sevilla” como si la entrada misma de una Hermandad filial de romería hiciera su presentación ante la Blanca Paloma. Todos los residentes de la aldea salieron a sus porches aclamando con palmas la llegada. Una vez en el interior de la Ermita, fueron momentos de lágrimas, plegarias y salves.




Una vez en la Casa Hermandad de Pilas, donde nos alojamos parte de la Diócesis,  pudimos asearnos y prepararnos para nuestro turno de Adoración Eucarística. Pero esa noche fue también muy agridulce, pues la voz de alarma de la que resulto una “falsa bomba” nos mantuvo muy nerviosos e inquietos, pero gracias a Dios, solo quedó en eso. Los actos de esa noche quedaron suspendidos.


La mañana siguiente a las 8 tocaban diana para el desayuno. Pudimos ver las inacabables colas de personas, pues toda la Diócesis realizaría las comidas en el patio de Pilas durante esos días. Después nos precipitamos a Umbrete a escuchar misa, luego a la posterior catequesis por nuestro Arzobispo D. Juan José Asenjo y a continuación las reflexiones por grupos.


Despues de la comida tuvimos tiempo libre, por lo que muchos aprovechamos para ir a la piscina municipal o a la cercana playa de Matalascañas, o hacer sesteo. De 6 de la tarde a 9 de la noche tuvieron lugar diferentes talleres. A continuación la cena. Despues realizamos una Vigilia y un Rosario con el Simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte. En la Vigilia pudimos ver las reliquias del Beato Juan Pablo II y escuchar sus palabras mediante grabaciones antiguas.




Así se repitió al día siguiente, menos los talleres que se cambiaron por la fiesta de las Carismas en la tarde.
Sin duda las noches fueron las mejores, puesto que la juventud, también debe disfrutar y aunque algunos quedaron rendidos por el cansancio, otros muchos tomaron las noches llenándolas  de buen cante, baile y arte, como no es de otra forma.


La noche del sábado fue muy intensa, nos concentramos en la plaza del Real para realizar la Vigilia y seguir las palabras e intenciones del Santo Padre Francisco en la JMJ de Rio de Janeiro por las grandes pantallas que se colocaron.


La mañana del domingo celebramos la Misa de Envío, oficiada por nuestro Arzobispo D. Juan José Asenjo, el cual al término de la misa se acercó a nosotros dándonos las gracias por participar en la JPJ y su bendición.

Después de recoger las habitaciones y las maletas, volvimos a Sevilla con el espíritu rejuvenecido y con fuerzas.


Sin duda ha sido una experiencia inolvidable para todos que estamos deseando volver a vivir, quien sabe si en la próxima JMJ Cracovia 2016.



 N.H.D. Jose María García Vera

Fotografías:
N.H.D. Rafael Romero Martín
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